La imprudencia tiene consecuencias y en Sogamoso no hay espacio para la irresponsabilidad en las vías. En un operativo nocturno del Intrasog se realizaron 82 pruebas de alcoholemia, de las cuales 11 conductores fueron sorprendidos infringiendo la ley. Cada infractor no solo puso en riesgo su propia vida, sino la de cientos de personas en las carreteras.
Las sanciones fueron ejemplares: dos conductores que se negaron a la prueba deberán pagar una multa de 57.976.000 pesos cada uno. Otros tres dieron positivo en grado II y enfrentan sanciones de 14.493.900 pesos cada uno.
Cinco más fueron detectados en grado I, con multas de 7.246.800 pesos cada uno, y un último caso en grado 0, con una sanción de 3.623.600 pesos, cifras que evidencian el alto costo de la irresponsabilidad.
Estos operativos no son negociables ni temporales: seguirán con total contundencia. “No hay excusas para conducir bajo los efectos del alcohol. Cada prueba positiva es una tragedia evitada, cada sanción es una advertencia para quienes aún creen que pueden desafiar las normas sin consecuencias. El mensaje es claro: en Sogamoso, la seguridad vial se respeta o se paga caro”, afirmaron desde el Intrasog.
Estos operativos no solo buscan sancionar a quienes incumplen la ley, sino proteger vidas y garantizar la seguridad en las vías de la ciudad.
“Cada conductor que es detenido a tiempo representa un accidente menos, una familia que no sufre una pérdida y una comunidad que puede transitar con mayor tranquilidad”, dijeron.
Agregaron, además, que la lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol no es una opción, es una necesidad urgente para reducir la siniestralidad vial y fomentar una cultura de respeto y responsabilidad en las calles, y que la seguridad vial es un compromiso de todos, y estos controles son la barrera que evita que la imprudencia se convierta en tragedia.